Mientras más las usas en tu diario vivir, sin darte cuenta resuelves parte de tus problemas, pero les das paso a otros. Tus manos no sólo son una herramienta para facilitarte la existencia, son la presentación cordial y estética de tu personalidad.
Dicen que la diferencia entre las princesas y las campesinas de la época colonial no era la ropa o la hermosura de sus rostros, sino sus manos. Las manos de las princesas brillaban por ser tersas y suaves, con uñas limpias y bien cuidadas, en cambio las de las campesinas eran rudas, callosas porque eran enfrentadas al trabajo desde que eran muy jóvenes.
Si no lo sabías, para los hombres una mujer con uñas bonitas y manos bien cuidadas se ve más femenina y mucho más mujer que aquella que tiene curvas peligrosas y piel de porcelana.
Consiente tus manos
Si por alguna razón las has estado ignorando, comienza ahora mismo a aplicarle los primeros auxilios a tus manos. Carolina Páez, experta esteticista, señala que el arreglo de las manos es indispensable para lucir bien.
“Hoy, son muchas las mujeres que trabajan desde la mañana hasta el anochecer, y no descansan ni un solo momento, pues, además de la labor que ejercen diariamente en la calle, deben encargarse de las tareas domésticas y de atender a los muchachos. Por las noches, se van agotadas a la cama, y se olvidan de darle el cuidado adecuado a su cuerpo”, dice la experta.
Muchos trastornos de las manos se originan por el contacto con los detergentes fuertes, los cuales disuelven eficazmente la grasa y la suciedad, pero atacan la piel. A esto se añaden otras agresiones externas, producto del trabajo en la oficina y el uso de los cigarrillos, que las resecan y ponen amarillentas.
Si no las proteges adecuadamente, las manos pueden mostrar un aspecto cansado, envejecido y de desgaste diario.
Si eres una de esas mujeres que ha estado ignorando sus manos, es hora de que te preocupes más por ellas y les apliques un tratamiento rápido de primeros auxilios para que puedan recuperarse.
Cuida la piel de tus manos
Mirta Ammirati, cosmetóloga, dice que es muy importante seguir unos pasos determinados de cara a un buen cuidado de las manos si quieres conseguir una piel saludable y sin mal aspecto.
En primer lugar, es fundamental tener higiene. Para cumplir con este objetivo se recomienda que después de realizar cualquier actividad es conveniente lavarse las manos con jabón, utilizando aquellos que suavicen la piel con formulaciones que contengan miel, lanolina y vitaminas.
Hay que evitar los que contienen detergentes o alcalinos ya que pueden provocar alguno de los siguientes problemas médicos.
Onicólisis
Consiste en el despegue de la uña desde su lecho por su parte distal o lateral. Existen distintas causas de este padecimiento, por ejemplo está la llamada “vulgar o de ama de casa”, causada por prolongadas inmersiones de las manos en agua caliente; las dermatológicas, causadas por dermatitis por contacto, entre otros padecimientos; la medicamentosa, causada por ingestión de antibióticos, y la química, causada por manipulación de detergentes enzimáticos, entre otras.
Onicoquisia
Es la descamación en láminas de las uñas que provoca una separación en sus capas. Algunas veces puede ser causada por hongos.
Leuconiquia
Son alteraciones de color donde generalmente se presentan manchas blancas transversales provocadas por traumas en la matriz.
Coloración amarillenta
Muchas veces depende del uso de nicotina, haciendo que la uña pierda el brillo natural, variando la tonalidad de la uña desde el amarillento al marrón.
Estas enfermedades, por así decirles, son de características reversibles, pero siempre dependerá su efecto de las cosas que hagas para prevenir las afecciones en contra de tus uñas.
¿Cómo comenzar el proceso?
Según Jeannette Rivera, experta manicurista, propietaria de un centro de uñas acrílicas que lleva su nombre, lo correcto a la hora del manicure las manos son los siguientes puntos:
Primero, si tienes esmalte puesto asegúrate de empapar un algodón con removedor de esmalte. Presiona el algodón mojado durante unos segundos y luego arrástralo de tu mano para eliminarlo de una sola pasada.
En segundo lugar, lima dando la forma más adecuada para tu uña. Ella recomienda suavizar los bordas limando de arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba, para que las uñas no se descamen.
Tras estos pasos, retira la cutícula, date un masaje en el nacimiento de las uñas y a continuación remueve las cutículas con una palito de naranja dando forma a la uña.
Luego sumerge los dedos en agua tibia para que elimines la crema que usaste para masajearte las manos. Nunca cortes las cutículas, ya que cuantas veces lo hagas volverán a crecer más fuertes y duras.
En el mercado puedes encontrar revitalizadores de uñas. Es apropiado que los apliques pues favorecen el crecimiento de las mismas adquiriendo resistencia y elasticidad. Está indicado para los casos de uñas frágiles y quebradizas.
En quinto lugar, aplícate el endurecedor de uñas y siguiendo las indicaciones del producto. Recuerda que ellas tienen que estar bien secas antes de aplicarte el esmalte. El endurecedor previene el agrietamiento, fractura y laminado de las uñas.
Por último, aplícate el esmalte
Es fácil aprender a pintarse las uñas. Primero das una pincelada en el centro, la segunda del lado izquierdo de la uña y el último a la derecha. Este tipo de procedimiento te asegura que con el secado la uña no se verá pintada en rayas.
Puedes dar una segunda mano de esmalte después de que se seque la primera si deseas acentuar el color del esmalte, pero tienes que dejar que el primero seque a la perfección.
Según un artículo avalado por Beverly y Vidal Sasson, firma de productos de estética: Una fórmula sencilla contra las manos rojas, es darles un baño con sal de mar, diluida en un litro de agua.
Unas gotas de leche en el agua, con la que se lavan las manos, pueden contribuir también a evitar el enrojecimiento de éstas.
Las manos agrietadas y ásperas se pueden tratar con una crema grasa que sea fácilmente absorbida por la piel.
Secarlas bien después de lavarlas también las ayuda, pues muchas veces las grietas son producidas por el frío y la humedad.
Una solución para las manos húmedas puede ser lavarlas tres veces al día en una mezcla de alcohol y zumo de limón.
Las uñas débiles pueden endurecerse aplicando unas gotas de yodo al agua, al remojarlas.
